lunes, 29 de abril de 2013

Sea precavido al ahorrar; no arriesgue su dinero

Gabina Díaz de 84 años y originaria de Querétaro, guardó durante toda su vida el producto de sus ahorros debajo de la cama, "entre el tambor y el colchón".

Así lo hizo hasta que alguien de la colonia le sugirió que llevara su dinero a un lugar en donde le triplicarían, en pocos meses, sus ahorros.

A doña Gabina, le ofrecieron 45% anual de rendimientos; a los seis meses realizó un retiro y la caja cumplió con darle lo que según sus cuentas le correspondía. Ella, confiada depositó aún más dinero, pero cuando quiso retirarlo todo, "la puerta del zaguán estaba cerrada y el negocio había desaparecido", relató.

Raymundo Tenorio Aguilar, director de las carreras de Economía y Finanzas del Tec de Monterrey Campus Santa Fe, explicó que el concepto de caja popular surgió como una necesidad regional en aquellos municipios o estados en donde los mecanismos de institucionalización del ahorro, se complicaron.

"Y eso ocurrió por los requisitos de las mismas instituciones financieras, ya que solicitaban ser cuentahabiente, tener historial crediticio y algún respaldo económico, a esto se sumó el propio temor de las personas para acceder al sistema financiero y la escasa penetración de sucursales bancarias", consideró.

Marco Carrera, director general de educación financiera de la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef), mencionó que el tema de fondo es que hay una muy baja penetración de los servicios financieros formales.

"Hablamos de que hace cinco años había una penetración de 30% y a la fecha, se llega a 53%, es decir, uno de cada dos mexicanos tiene acceso a sistemas formales".

Por ello, dijo, el que no tiene acceso a la formalidad acude a lo primero que se le presente y dentro de esas opciones está el tema de las cajas populares que pueden tener esa participación muy importante el país" agregó Carrera.

"Lo grave es que muchas de estas entidades se ostentan como tales, sin contar con autorización".

¿Conviene ahorrar en las cajas?

Los expertos destacaron que para analizar la conveniencia o no de ahorrar en una caja popular se deben de tomar en cuenta los mecanismos que les dieron origen y su forma de financiarse.

"Estos entes surgieron bajo el esquema de cooperativa, es decir, un grupo de personas se asociaban y se reunían con fondos propios.. así, empezaban a ofrecer tanto el servicio de ahorro como el de préstamo, con ello se generaban los intereses para pagar a los depositantes", explicó Tenorio Aguilar.

"La finalidad de éstas es que sus participantes, con pequeños ahorros, puedan obtener rendimientos altos pero con el riesgo de que no tienen respaldo".

Marco Carrera dijo que las cajas convienen porque fomentan la práctica de ahorro en las personas, pero recomendó investigar antes de confiar su dinero y su confianza.

El catedrático del Tec de Monterrey reconoció que estos intermediarios son una opción temporal que sirve para saltar al sistema financiero formal, "sí son una alternativa para el pequeño ahorrador.

No obstante, consideró que se requiere impulsar más la cultura de bancarización en la gente para que puedan acceder a instrumentos rentables.

Por ejemplo, dijo, con los Cetes se obtienen tasas de interés más atractivas, por lo menos para proteger a los ciudadanos de la inflación y con ello, poco a poco se accederá a esa cultura económico financiera formal en las localidades en donde proliferan las cajas populares.

Para evitar engaños

Marco Carrera, de la Condusef, consideró que para cuidar el patrimonio se debe verificar la confiabilidad de las cajas.

No obstante, hay estados en donde se incrementa esa problemática, ya que por cuestiones geográficas y culturales hay barreras de acceso a la información y es en un campo fértil para que muchas entidades se aprovechen de la población.

El académico del Tec de Monterrey sugirió que para alertar a la población sobre las cajas fraudulentas, las autoridades municipales participen de manera más activa, ya que la gente que habita en rancherías y comunidades alejadas no sabe o no tiene la forma de consultar a la CNBV o a la Condusef

"Por lo general, son localidades donde no hay bancos, ni representaciones de las autoridades financieras, en consecuencia, los defraudadores se aprovechan de esa falta de presencia.

En estos casos, insistió en que las presidencias municipales deberían de proveer información a través del director de desarrollo económico local o de los síndicos procuradores, ya que ellos deben de tener el perfil para consultar a la Condusef o a la Comisión Nacional Bancaria.

Puntualizó que las autoridades municipales deben corroborar la situación de las cajas o cooperativas.

Recordó que una de las reglas para no depositar el dinero en una entidad es cuando "aparecen de un día a otro" y ofrecen elevadas tasas de interés por el dinero; éstas superan 10% anual.

Fuente: http://www.eluniversal.com.mx

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