2.- Respira hondo. Algunos minutos de respiración profunda reestablecerán tu equilibrio si te sientes abrumado y necesitas aclarar la mente. Es como yoga en la oficina.
3.- Elimina las interrupciones. No es imposible, aunque lo parezca, tomar el control con todo lo que te distraiga, ya sean llamadas, mensajes, plazos. ¿Cómo? Responder en una de tres maneras: Aceptar la interrupción, cortarla, o hacer un diagnóstico de su importancia y hacer un plan. También puedes entrenar a los que te rodean, respondiendo tus correos electrónicos durante ciertos lapsos, estableciendo un horario en la oficina para hablar en persona o cerrando la puerta cuando necesites enfocarte.
5.- Come bien y duerme bien. Comer mal estresa tu sistema, así que opta por una dieta baja en azúcar y rica en proteínas. Dormir bien también es importante y si los pendientes te lo impiden, sigue este consejo: cúbrete la fosa nasal derecha y respira por la izquierda de tres a cinco minutos.
6.- Cambia tu historia. Nuestra perspectiva sobre los acontecimientos estresantes de la oficina es típicamente una interpretación subjetiva de los hechos, vistos a menudo a través del filtro de nuestra propia inseguridad, asegura la autora. La solución es tener una visión más objetiva, así podrás ser más eficaz y menos propenso a tomar las cosas de manera personal.
7.- Enfríate rápidamente “Cuando te sientes frustrado o enojado, te envuelve una sensación de calor que precede a una reacción”, así que mejor intenta la técnica “respiración refrescante”: Respira por la boca como si estuvieras bebiendo con un popote y luego exhala normalmente por la nariz. Si lo haces bien, sentirás una sensación de enfriamiento y de secado en la parte superior de la lengua. Es como apretar el botón “Pausa”, dándote tiempo de pensar en tu respuesta. “Es tan poderoso que incluso va a calmar a la otra persona.”
8.- Identifica el estrés autoimpuesto. Deja el estrés autoimpuesto, mejor construye confianza y deja de buscar la aprobación de otros. Y es que, si haces caso a lo que dicen los demás, terminarás estresado por los pequeños detalles o procrastinando tus obligaciones. Una vez que cambias el enfoque, de la percepción que tienen los demás sobre tu trabajo al trabajo en sí, es más probable que los impresiones.
9.- Define lo que realmente es importante. Debes entender tu papel en la empresa y tus responsabilidades, así como tus metas y fortalezas personales. Depura tu lista de tareas pendientes, centrándote en aquellos proyectos que tengan el mayor impacto y se alinean mejor con tus metas.
10.- Reinicia el botón de pánico. Reduce la ansiedad con el punto de acupresión correcto: coloca el pulgar en el costado del dedo medio y aplicar presión ayuda a regular la presión arterial al instante.
Fuente: www.vanguardia.com.mx
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