Nunca es tarde para convertirse en emprendedor. E Ignacio Cervantes Román es un buen ejemplo de ello. Después de ser funcionario público por 20 años decidió independizarse e iniciar su propio negocio: una comercializadora de material de curación y laboratorios. Así, en 2003 colocó el primer ladrillo de Grupo Comercial y De Servicios del Valle, una empresa que actualmente atiende a diversas empresas públicas y privadas y emplea a más de 40 personas.
De acuerdo con Cervantes, esta empresa, dedicada al mantenimiento de equipos médicos y electromecánicos (incluyendo servicios de refrigeración, extracciones y plantas de emergencia) está sustentada en el valor de su gente. A la par de contratar a talentosos técnicos de distintas especialidades -principalmente ingenieros egresados del Instituto Politécnico Nacional- les ofrece capacitación y entrenamientos constantes. “Es la única forma de ser competitivo”, señala el empresario.
De hecho, el factor humano se ha convertido en la principal inversión de Grupo Comercial y De Servicios del Valle, seguido por la adquisición de equipos de medición y el cambio a unas nuevas oficinas “porque ya no cabemos”, dice en alusión a sus instalaciones actuales, ubicadas en la Colonia del Valle, en la Ciudad de México. En buena parte esta estrategia obedece a que, debido al giro en el que opera, se someten constantemente a licitaciones públicas que requieren técnicos certificados y operación a nivel nacional.
De acuerdo con Cervantes, esta empresa, dedicada al mantenimiento de equipos médicos y electromecánicos (incluyendo servicios de refrigeración, extracciones y plantas de emergencia) está sustentada en el valor de su gente. A la par de contratar a talentosos técnicos de distintas especialidades -principalmente ingenieros egresados del Instituto Politécnico Nacional- les ofrece capacitación y entrenamientos constantes. “Es la única forma de ser competitivo”, señala el empresario.
De hecho, el factor humano se ha convertido en la principal inversión de Grupo Comercial y De Servicios del Valle, seguido por la adquisición de equipos de medición y el cambio a unas nuevas oficinas “porque ya no cabemos”, dice en alusión a sus instalaciones actuales, ubicadas en la Colonia del Valle, en la Ciudad de México. En buena parte esta estrategia obedece a que, debido al giro en el que opera, se someten constantemente a licitaciones públicas que requieren técnicos certificados y operación a nivel nacional.
Financiamiento para crecer
Ignacio inició el negocio junto a un socio, con quien operó los primeros cuatro años. Pero por motivos de intereses personales se separaron y aunque quedaron en excelentes términos (y aún conservan la amistad), esto obligó al empresario a buscar distintas opciones para sustentar el crecimiento y el costo que éste implica.
En un principio apostó por recurrir a la fuente de recursos más común entre los emprendedores: amigos y familiares. Aunque por un tiempo funcionó a la perfección (por ser -entre otras cosas- mucho menos engorroso, asevera), las necesidades de la empresa empezaban a exceder su acceso a capital. Pensó en recurrir a un préstamo bancario, sin embargo los trámites eran muy lentos y los montos que podía obtener no eran suficientes.
Fue entonces cuando hace aproximadamente tres años se acercó aCreeser, una sociedad financiera de objetivo múltiple que ofrece financiamiento para Pymes, sobre todo a aquellas que no son atendidas por las instituciones bancarias, especialmente debido a que están en el Buró de Crédito. “Buscamos buenos proyectos, rentables y con un mercado potencial”, afirma Carlos González, director comercial de Creeser.
Además, las empresas deben tener dos años de constitución, generar $2 millones en ventas anuales y tener un aval en bienes raíces para sustentar la cantidad. “Tenemos organizaciones de todos los giros, desde servicios funerarios hasta surtidores de gas”, dice González y añade que entre sus beneficios están la agilidad y rapidez con la que aprueban un crédito, así como las relaciones que construyen con sus clientes. “Crecemos a la par de sus negocios”, agrega.
Para Cervantes Román el modelo de Creeser, conformado por 33 socios que aportan capital, era ideal. Al cumplir con los requisitos, poco tiempo después de enviar la solicitud obtuvo el dinero que le hacía falta para continuar con la expansión de Grupo Comercial y De Servicios del Valle. “Hemos creado una buena alianza comercial, en especial porque tengo su respaldo para financiar proyectos; algo que no conseguiría en un banco”, comenta Cervantes.
Entre las iniciativas que el empresario tiene en mente está centrar su enfoque en consolidarse como una empresa de servicios, obteniendo los certificados de calidad pertinentes. Asimismo, en un plazo “no tan largo”, espera invertir en investigación, con la finalidad de que en México se fabriquen todas las piezas del equipo médico, y no únicamente se realicen ensambles de piezas extranjeras como ocurre en la actualidad, explica.
“En el país hay mucho talento, sólo hay que capacitarlo y desarrollarlo”, concluye. “Mi mayor satisfacción es dar empleo y ver cómo la gente crece con la empresa”.
En un principio apostó por recurrir a la fuente de recursos más común entre los emprendedores: amigos y familiares. Aunque por un tiempo funcionó a la perfección (por ser -entre otras cosas- mucho menos engorroso, asevera), las necesidades de la empresa empezaban a exceder su acceso a capital. Pensó en recurrir a un préstamo bancario, sin embargo los trámites eran muy lentos y los montos que podía obtener no eran suficientes.
Fue entonces cuando hace aproximadamente tres años se acercó aCreeser, una sociedad financiera de objetivo múltiple que ofrece financiamiento para Pymes, sobre todo a aquellas que no son atendidas por las instituciones bancarias, especialmente debido a que están en el Buró de Crédito. “Buscamos buenos proyectos, rentables y con un mercado potencial”, afirma Carlos González, director comercial de Creeser.
Además, las empresas deben tener dos años de constitución, generar $2 millones en ventas anuales y tener un aval en bienes raíces para sustentar la cantidad. “Tenemos organizaciones de todos los giros, desde servicios funerarios hasta surtidores de gas”, dice González y añade que entre sus beneficios están la agilidad y rapidez con la que aprueban un crédito, así como las relaciones que construyen con sus clientes. “Crecemos a la par de sus negocios”, agrega.
Para Cervantes Román el modelo de Creeser, conformado por 33 socios que aportan capital, era ideal. Al cumplir con los requisitos, poco tiempo después de enviar la solicitud obtuvo el dinero que le hacía falta para continuar con la expansión de Grupo Comercial y De Servicios del Valle. “Hemos creado una buena alianza comercial, en especial porque tengo su respaldo para financiar proyectos; algo que no conseguiría en un banco”, comenta Cervantes.
Entre las iniciativas que el empresario tiene en mente está centrar su enfoque en consolidarse como una empresa de servicios, obteniendo los certificados de calidad pertinentes. Asimismo, en un plazo “no tan largo”, espera invertir en investigación, con la finalidad de que en México se fabriquen todas las piezas del equipo médico, y no únicamente se realicen ensambles de piezas extranjeras como ocurre en la actualidad, explica.
“En el país hay mucho talento, sólo hay que capacitarlo y desarrollarlo”, concluye. “Mi mayor satisfacción es dar empleo y ver cómo la gente crece con la empresa”.
0 comentarios :
Publicar un comentario