jueves, 1 de agosto de 2013

¿Viajero inexperto?... Tips para no entrar en pánico

1- La información. La agencia de viajes te remitirá por correo electrónico toda la información que necesitas. El localizador de tu reserva, el horario, la terminal de salida, el origen y el destino. Comprueba que todo está correcto e imprímelo. Es muy práctico llevar toda la información reunida en una especie de carpeta de viaje y tenerla localizada hasta la vuelta.

2- ¿Vas a algún destino tropical?  Es conveniente que si sales al extranjero consultes los requisitos sanitarios, especialmente si hay que ponerse alguna vacuna.  También es importante conocer si existe convenio con la Seguridad Social en caso de tener un accidente o si, por el contrario, es mejor contratar algún tipo de seguro adicional.

3- Confirma los horarios. Sabes que tu vuelo es mañana, pero ¿estás seguro de que nada ha cambiado? Por diferentes motivos, como las circunstancias meteorológicas o de problemas con el tráfico aéreo, tu horario puede variar. Normalmente las compañías avisan por correo electrónico, pero no se pierde nada de tiempo en reconfirmar todos los datos. Puede ahorrarte largas esperas innecesarias.

4- La maleta. Cada empresa tiene su normativa sobre equipaje de mano, con medidas a veces muy concretas. Es importante que no superes  las dimensiones máximas porque puede suponer tener que facturar el equipaje. Consulta en la web de tu aerolínea todos los detalles.

5- En el aeropuerto. La primera recomendación, que estés al menos dos horas antes de la salida del vuelo en el aeropuerto, especialmente en los periodos con mucha afluencia de viajeros como el verano. En la zona de salidas se encuentran los mostradores para facturar el equipaje. Con el localizador de tu vuelo y tu DNI o Pasaporte, te facilitarán la tarjeta de embarque.

6- La tarjeta de embarque. Hay algunas compañías que exigen llevar impresa la tarjeta de embarque. En caso de que olvides este paso, tendrás que pagar un coste extra en la ventana de facturación y empezarás el viaje de muy mal humor.

7- Ligero de equipaje. Si solo llevas equipaje de mano, puedes evitar el paso de la facturación. Puedes sacar tu tarjeta de embarque por Internet y dirigirte directamente al control policial del aeropuerto.

8- Las restricciones. Este punto genera mucha inquietud a los pasajeros. ¿Qué se puede y qué no se puede llevar en el equipaje de mano? Fundamentalmente, evita todos los objetos punzantes como tijeras o cortauñas. Respecto a los líquidos, tienen que ir en pequeños botes de una capacidad máxima de 100 mililitros. Para facilitar el control de las fuerzas de seguridad, se aconseja empaquetar estos contenedores en una bolsa transparente. Se considera líquido todas las bebidas, las cremas  y aceites incluida la pasta de dientes, el gel, los contenidos de envases presurizados como la espuma de afeitar o los desodorantes y los aerosoles.
Una vez que llegues al control, deposita tu equipaje de mano, tu bolsa con los líquidos, tu chaqueta y,  además, tu ordenador portátil o dispositivos similares en la bandeja, separadamente, para que puedan ser inspeccionados. Luego debes pasar por el arco metálico. Si llevas zapatos altos, seguramente tendrás que descalzarte también.

9. Embarcar.  Una vez que pases el control de seguridad ya puedes localizar la puerta de embarque de tu vuelo. Como poco, intenta estar allí con 30 minutos de adelanto. Si quieres hacer un poco de shopping en las tienda duty free del aeropuerto, estate pendiente al reloj y de las pantallas informativas. En muchos aeropuertos no avisan por megafonía del inicio del embarque. Para acceder al avión, sólo necesitarás tu tarjeta de embarque y tu documento de identificación.

10- Disfruta del vuelo.  Y del destino. Y, al regreso, no olvides este decálogo.
MÁS CONSEJOS
Dieta. Cuando llegan las vacaciones por lo general nos convertimos en más permisivos con lo que comemos. Si eres diabético o sufres otra enfermedad, esto está absolutamente prohibido. No pongas en riesgo tu salud y busca restaurantes en el lugar que visites que se adecúen a tu dieta.

Claustrofobia. Si temes a los lugares cerrados o donde hay aglomeración de personas, toma a consideración adquirir aquellos tour en los que el número de gente es mayor.

Idioma. Si dominas el inglés esto no es un problema, pero si no es tu caso, opta por destinos en los que se hable tu misma lengua.  

Época del año.  Aunque el verano es la época predilecta para viajar, toma en cuenta que es la temporada en la que más turistas hay, además, el clima suele ser en extemo caluroso —depende del lugar que se visite—. La mejor época para visitar cualquier destino es en el otoño e invierno.

Fuente: vanguardia.com.mx

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